CÁNCER BUCAL: SIGNOS Y SÍNTOMAS
El cáncer bucal se produce en los labios (generalmente, en el inferior), dentro de la boca, en la parte posterior de la garganta, en las amígdalas o en las glándulas salivales. Afecta con mayor frecuencia a los hombres que a las mujeres, y principalmente lo padecen personas mayores de 40 años. El tabaquismo en combinación con la ingesta fuerte de alcohol constituye factores claves de riesgo. La detección tardía del cáncer bucal puede implicar cirugía, terapia radiante y quimioterapia. También, puede resultar fatal con un porcentaje de sobrevida de cinco años para aproximadamente el 50% de los casos . *Ese pronóstico negativo se debe en parte a la falta de identificación de los primeros síntomas de la enfermedad, por lo tanto, la detección temprana del cáncer bucal es fundamental para el éxito del tratamiento. Usted no siempre podrá identificar los primeros signos de alerta, de allí la importancia de las revisiones odontológicas y médicas regulares. Su dentista cuenta con la capacitación necesaria para identificar las señales de alerta del cáncer bucal. No obstante, además de los controles regulares, usted debe visitar a su dentista si observa alguna de las siguientes anomalías:
Si usted no fuma ni masca tabaco, no comience a hacerlo jamás. El 80 o 90% de los casos de cáncer bucal se deben al tabaquismo.
Lo mejor es no fumar cigarrillos, cigarros o pipas, o masticar tabaco o tomar rapé. Las personas que dejan de consumir tabaco, aún después de muchos años de uso, reducen significativamente el riesgo de contraer cáncer bucal. El consumo crónico o intenso de alcohol también aumenta el riesgo de cáncer, y el alcohol combinado con el tabaco constituye un factor de riesgo especialmente alto. Después del diagnóstico, un equipo de especialistas (incluye cirujano bucal y un dentista) desarrollan un plan de tratamiento que se adapta a las necesidades de cada paciente. Habitualmente se necesita realizar una cirugía y luego se aplica quimioterapia. Es importante la visita al dentista porque él conoce los cambios que estas terapias ocasionarán en su boca. Cuando se usa una terapia radiante en la cabeza y el cuello, un gran número de personas sufren irritaciones en la boca, sequedad, dificultades en la deglución y cambios en el gusto. Los rayos X también incrementan las probabilidades de caries, por eso es especialmente importante el cuidado de dientes, encías, boca y garganta durante el tratamiento. Consulte con el especialista en cáncer sobre los problemas bucales que pueden suscitarse durante o después del tratamiento con rayos X. Consulte a su dentista antes de comenzar una terapia de rayos X contra el cáncer en cabeza y cuello, pregúntele qué puede hacer antes, durante y después del tratamiento para evitar efectos colaterales bucales. Cepille los dientes con un cepillo suave después de las comidas y limpiélos con hilo dental. Evite las especias y los alimentos gruesos como vegetales crudos, crackers y frutos secos. Evite el consumo de tabaco y alcohol. Ingiera o mastique chicles o golosinas sin azúcar para mantener la boca húmeda. Antes de comenzar la terapia de rayos X, informe a su dentista y concurra a una consulta para que le realice un examen completo. Solicite a su dentista que se comunique con el oncólogo responsable de la terapia radiante antes de comenzar el tratamiento. |
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